sábado, 12 de noviembre de 2011

Volver

Sin saber por qué, has vuelto,
y miras la tarde soleada: la misma enredadera verde,
las flores junto al muro, la verja de hierro carcomido,
el amarillo pálido de la pared gastada.
Has vuelto como si estuvieras todavía
bajo el antiguo hechizo,
como si en algo te parecieras
todavía a ti (hubo un tiempo de minuciosa eternidad
en el que tu corazón, alborozado huésped
de la vida, nada sabía de lo que hoy sabe).

Arrastrando la hojarasca
de los años pisados, los errores, el cansancio
y el dolor de páginas ciegas, has vuelto
para descubrir cuánto dura lo que creías eterno
y encontrar un raro consuelo; soñar que ni siquiera existes
a la orilla de esta tarde sin sentido y perfecta.

                                                                                            Ángeles Carbajal

jueves, 3 de noviembre de 2011

Tocadiscos

Se enamoró de él con esa canción.
Esas notas agudas sobre los graves de un pesado contrabajo.

La canción misma que ahora sonaba en aquel viejo tocadiscos
que el antiguo inquilino olvidó en el apartamento de techos altos.

Bailaban abrazados, el uno sobre el otro. No había nada más.
Una mujer, un hombre, y aquel viejo tocadiscos.

(1 junio 2011)

                                                                                           Ana García García